Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura recogidos por el sitio web Our World in Data, Estados Unidos y Australia encabezan la clasificación mundial de países consumidores de carne, con más de 120 kg consumidos per cápita en 2020. Entre los países que superan los 100 kg de carne consumida por persona y año se encuentran también Mongolia, Argentina y España. Aunque los países más ricos tienden a comer más carne, el estatus de la carne en la cocina local también desempeña un papel importante en los patrones de consumo.
Donde menos carne se consume en el mundo es en África y en el sur de Asia, debido a que la carne es inasequible para muchos en esas regiones, a factores culturales o a una mezcla de ambos. De hecho, India fue el cuarto país con menor consumo de carne en la encuesta, por detrás de Burundi, la República Democrática del Congo y Bangladesh. Las dificultades económicas y de abastecimiento en las regiones en conflicto también son visibles en el mapa, con muy poca carne consumida en Siria, Irak, Afganistán y Yemen. Lo mismo ocurre en Corea del Norte.
Diversos estudios, como uno publicado por Nature en 2018, han mencionado que los países occidentales tendrían que reducir su consumo de carne en un 90% para limitar el cambio climático a niveles aceptables. Para garantizar que se sigan satisfaciendo las necesidades nutricionales con la reducción de la producción de carne, el estudio recomienda aumentar el consumo de frijoles y otras legumbres para crear un suministro de proteínas respetuoso con el clima.