La red de cámaras de vigilancia del Gobierno chino es conocida internacionalmente por encontrarse en la vanguardia tecnológica, especialmente por su precisión en reconocimiento facial. Los efectos de su uso en la privacidad de los ciudadanos del país, aspecto a menudo denunciado por las organizaciones de derechos humanos, es objeto de discusión dentro y fuera del territorio. Y es que, la misma tecnología que se usa para aumentar la seguridad en las calles también se podría utilizar para encontrar a disidentes políticos y enemigos del pueblo, si este fuera el fin.
Un nuevo análisis de Comparitech ha vuelto a poner de manifiesto que las ciudades chinas son las más vigiladas del mundo. Según las estimaciones de esta página de comparación de servicios tecnológicos, el espacio público de las localidades chinas está controlado, de media, por unas 373 cámaras por cada 1.000 habitantes. En Indore (India) hay instalados unos 62,5 de estos dispositivos por cada 1.000 personas, una cifra menor que en las ciudades chinas, pero relativamente elevada en una comparativa mundial.
Como muestra este gráfico de Statista, la vigilancia de las calles en las ciudades occidentales es menos amplia, pero no por ello menos preocupante. Especialmente en Moscú (16,9 cámaras cada 1.000 personas) y Londres (13,4), el Estado vigila mucho a la población según los estándares europeos.
Madrid y Barcelona son las únicas urbes españolas que aparecen en el estudio, formado por 150 ciudades en total. Según el análisis, unas 27.252 cámaras vigilan el espacio público de la capital española, es decir, 4,1 por cada 1.000 personas. Esto significa que la cobertura de las cámaras de seguridad es significativamente menor que en Nueva York o Berlín, por ejemplo, pero mayor que en la también europea París. Los residentes de ciudades de América Latina también se encuentran rodeados por una cantidad nada desdeñable de ojos atentos. De las ciudades latinoamericanas que aparecen en el listado, Puebla, en México, es la que más dispositivos en términos relativos tiene, con 5,3 cámaras por cada 1.000 habitantes.