Con la generalización de nuevos métodos de pago digitales, como a través de aplicaciones del smartphone, uno se puede preguntar si los consumidores prescindiremos de las monedas y billetes en algún momento.
La utilización del efectivo, sin embargo, cuyos orígenes se sitúan alrededor de 600 años antes de Cristo, es todavía mayoritario en un gran número de países. Este es el caso de España donde, tal y como muestra este gráfico de Statista realizado con datos del estudio World Cash Report, un 87% de los pagos se realizan usando este medio, según datos de noviembre de 2017. Otra realidad muy distinta se vive en Corea del Sur donde, a través de su programa “Cashless Society” (en español, “Sociedad sin Efectivo”) su Banco Central lanzó en 2017 un plan para prescindir totalmente de las monedas y billetes hasta el año 2020. Los últimos datos al respecto identifican el uso del efectivo en el 14% de los desembolsos en este mercado asiático.