Gobiernos de todo el mundo están inviertiendo sumas ingentes de dinero en medidas para tratar de mantener la economía a flote y que la recuperación económica tras la crisis sanitaria se produzca con la mayor rapidez posible. Con las previsiones actuales, según las cuales la mayoría de grandes economías perderán en 2020 entre un 5% y un 10% de su PIB según el FMI, es fácil imaginar el tamaño del esfuerzo económico al que se enfrentan las administraciones, muchas de las cuales ya arrastraban cuentas en negativo presupuestario antes de la epidemia.
Esta infografía de Statista muestra la deuda de una selección de administraciones públicas en 2018 como porcentaje del PIB. España, por ejemplo, cerró 2018 con una deuda del 97,1% del PIB, que aumentó hasta el 98,4% en 2019 (según el Banco de España, vía El País). Conforme a las estimaciones del think tank económico Bruegel, esta podría aumentar a entre 111% y 139% del PIB en 2020.