El pasado domingo Starbucks anunciaba que suspendería su publicidad en todas las plataformas de redes sociales, sumándose a una lista cada vez mayor de grandes marcas que han decidido retirar sus anuncios de los medios sociales, y de Facebook en particular, en un intento de presionar para que éstos actúen con más determinación contra los discursos engañosos y generadores de odio.
Unilever, Coca-Cola, o Levi’s son sólo algunas de estas grandes firmas que han decidido suspender sus inversiones en publicidad en Facebook y otras redes sociales. Como muestra nuestro gráfico, los ingresos por publicidad de la compañía Facebook ascendieron a casi 70 mil millones de dólares el año pasado, empequeñeciendo las ventas de publicidad de sus competidores en los medios sociales. La red social más popular del mundo es, por tanto, quien tiene más que perder en esta huida de anunciantes de las redes sociales.