En cuestión de meses, la pandemia de COVID-19 llevó a muchas empresas ya sea a detener sus actividades o a reinventarse para mantenerse a flote. La tecnología ha desempeñado un papel fundamental en este proceso de adaptación y transformación, poniendo en evidencia la necesidad que tienen las economías alrededor del mundo de adoptar y explorar tecnologías digitales que les permitan seguir siendo competitivas.
Según los resultados del Índice de Competitividad Digital 2020, elaborado por el Instituto Internacional para el Desarrollo de la Gestión (IMD, por sus siglas en inglés), la capacidad de América Latina para competir con otras naciones en un mundo activado por la tecnología sigue siendo limitada. Entre los 63 países considerados por el estudio, Chile es la economía latinoamericana con la mejor puntuación en competitividad digital, con aproximadamente 61,5 puntos sobre 100 posibles. Aun así, el país sudamericano sólo aparece en el puesto número 41. De la región, Brasil es el siguiente, ocupando el 51° lugar, con 52,1 puntos. Si bien tanto Chile como Brasil han mejorado su posición en el ranking en comparación con 2019, no ocurre lo mismo con México, que ha caído seis posiciones este año.
Publicado cada año, el estudio del IMD mide la capacidad y la preparación de un país en cuanto a la adopción de tecnologías digitales para la transformación económica y social, teniendo en cuenta tres factores: el panorama de desarrollo de tecnologías digitales, el énfasis en la generación de conocimientos y el nivel de preparación para fomentar la innovación.