La reducción del abandono escolar es un elemento clave para la posterior reducción del desempleo entre los jóvenes. A pesar de que en España la tasa de abandono escolar alcanzó su nivel más bajo en 2019, ésta fue la mayor de la Unión Europea. El porcentaje de jóvenes españoles de entre 18 a 24 años que tenía como máximo el título de enseñanza secundaria obligatoria se situó en el 17,3%.
Ese mismo año, según datos del informe “Panorama de la educación. Indicadores de la OCDE 2020”, del grupo de jóvenes españoles entre 15 y 29 años, el 51,3 % estaba estudiando, el 30,4 % no estudiaba, pero trabajaba, y el 18,3 % ni estudiaba ni trabajaba. En comparación con la media de los países de la OCDE, el porcentaje era superior en el caso de los jóvenes que estudiaban (OCDE 47,1 %), siendo mayores las diferencias entre los que no estudiaban, pero estaban ocupados (OCDE 39,9 %), y los que no estaban estudiando y estaban desempleados o inactivos (OCDE 13,0 %).
La proporción de jóvenes en ese tramo de edad que no están en educación y además están desempleados o inactivos, un grupo de población que preocupa de manera especial debido a su gran vulnerabilidad, varía de un país a otro. En 2019, el porcentaje de jóvenes en esta situación era superior al 20% en países como Brasil (24,9%), Italia (23,7%) o México (20,7%), mientras que en Países Bajos (6,9%) o Alemania (8,2%) no alcanzaba el 10%.