Aunque el origen del nuevo coronavirus que ha estado dominando nuestras vidas durante los últimos dos años sigue sin estar claro, las últimas investigaciones sugieren que una trabajadora del mercado de Wuhan fue el primer caso conocido de COVID-19. Enfermó el 11 de diciembre de 2019, tres meses antes de que la Organización Mundial de la Salud calificara oficialmente al coronavirus como una pandemia el 11 de marzo de 2020. Por aquel entonces, la OMS informó de 118.000 casos en 114 países, e instó a los responsables políticos a tomar medidas enérgicas para cambiar el curso de la pandemia.
Casi dos años después del primer brote en el mercado de Wuhan, se han registrado más de 267 millones de casos de coronavirus en todo el mundo y más de 5,27 millones de personas han muerto a causa de la enfermedad. Aunque el rápido desarrollo y la aprobación de varias vacunas despertaron el optimismo a finales de 2020, un año después el mundo está luchando contra otra ola de infecciones, con Europa siendo de nuevo el epicentro de la pandemia.
Según la Organización Mundial de la Salud, el promedio móvil de siete días de nuevos casos diarios en todo el mundo era de 579.087 el 6 de diciembre, lo que coincide aproximadamente con algunos de los peores días de 2020. A pesar de la alta tasa de vacunación, la situación es especialmente complicada en Europa actualmente, ya que la región representa aproximadamente dos tercios de los nuevos casos mundiales registrados en la última semana. La tendencia actual de las infecciones a nivel mundial muestra que la pandemia está lejos de terminar, y la aparición de la variante Ómicron ha demostrado una vez más que es necesario un esfuerzo verdaderamente global para controlar el virus.