El drama de la inmigración sigue dejando escenas de una dureza extrema, como el vídeo protagonizado por un niño de 10 años procedente de Nicaragua, al que la policía fronteriza encontró el pasado 1 de abril vagando solo en busca de ayuda en una zona desértica de Texas, en la frontera de Estados Unidos.
2021 ha vuelto a ver cómo se disparan las detenciones de migrantes en la frontera suroeste del país, coincidiendo con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, quien tiene una retórica más tolerante con la inmigración que su predecesor, Donald Trump. En concreto, el número de familias, normalmente procedentes de Centroamérica, y de menores no acompañados en la frontera ha aumentado de forma vertiginosa en los últimos meses, como muestra nuestro gráfico.
Según las cifras publicadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, en marzo de este año fueron detenidos en la frontera entre Estados Unidos y México algo más de 18.600 menores no acompañados, frente a los cerca de 9.300 de febrero. La cifra constituye un nuevo récord, que supera con creces el anterior, establecido en mayo de 2019, cuando se detuvo a casi 11.500 menores no acompañados. En el caso de las unidades familiares, las cifras se dispararon también en marzo, con casi 53.000 personas (adultos y niños) en unidades familiares detenidas, en comparación con sólo unas 19.300 en febrero.