En un intento de eliminar el tabaquismo en su sociedad, Nueva Zelanda planea prohibir la venta de tabaco a las generaciones futuras y elevar progresivamente la edad mínima para comprar tabaco legalmente. La nueva ley, que se espera aprobar en 2022, prohibirá la venta de cigarrillos o productos de tabaco a cualquier persona nacida después de 2008. "Queremos asegurarnos de que la gente joven nunca empiece a fumar", dijo la ministra de Salud del país, la doctora Ayesha Verall.
Se trata de la medida más drástica del Plan de Acción Smokefree Aotearoa 2025, presentado el 9 de diciembre. Si bien la visión final del plan es transformar a Nueva Zelanda en una nación libre de humo, el primer objetivo es reducir la incidencia del tabaquismo en todos los grupos de población por debajo del 5% para 2025. Según la Encuesta de Salud 2020/21 del país, la prevalencia del tabaquismo se sitúa actualmente en el 10,9%, pero difiere mucho entre los grupos étnicos. Por ejemplo, la prevalencia del tabaquismo diario es mucho mayor entre la población maorí (22,3%) que entre los neozelandeses de origen europeo (8,3%).
Mientras que Nueva Zelanda sigue a la vanguardia del control del tabaco a nivel internacional, la prevalencia mundial de consumo de tabaco ha tenido una tendencia a la baja durante las dos últimas décadas. Según las estimaciones de la OMS, el 22,3% de la población mundial de 15 años o más consumía tabaco en 2020, frente al 32,7% del año 2000. Como ilustra el siguiente gráfico, la tasa de consumo de tabaco el año pasado era más alta entre las personas de 45 a 54 años, con un 28,5%, mientras que sólo era del 14,2% entre los jóvenes de 15 a 24 años.