La pandemia y las medidas de distanciamiento físico han aumentado la popularidad de las aplicaciones para pagar con el móvil en todo el mundo. Sin embargo, a pesar del aumento de usuarios en los últimos años, pagar con un smartphone sigue siendo relativamente poco común en algunos países europeos.
Es el caso de Austria, donde sólo el 9% de los entrevistados en 2021 en la Global Consumer Survey de Statista aseguró adquirir productos y servicios a través de pagos móviles en los puntos de venta. El país registra así la tasa de adopción más baja de entre las más de veinte naciones incluidas en este gráfico. En el extremo opuesto se encuentra Dinamarca, donde el 52% de los encuestados optó por esta modalidad de pago, mientras que en España lo hizo el 26%.
Hay varias tecnologías asociadas al pago por móvil. Entre las más utilizadas están las aplicaciones que utilizan el protocolo NFC, los monederos electrónicos y el pago a través de códigos QR.