Durante la pandemia de COVID-19, la escasez de suministros, principalmente entre marcas chinas, afectó considerablemente a los envíos globales de smartphones.
Pese a que el desabastecimiento de componentes no está del todo resuelto, la situación se ha estabilizado en 2022. Sin embargo, el mercado de teléfonos inteligentes se enfrenta ahora a nuevos retos, ya que la demanda se ha ralentizado, debido en gran parte a la creciente inflación. En el primer trimestre del año, los envíos de smartphones a América Latina y el Caribe notaron este efecto, cayendo un 5,8% con respecto al año anterior.
Incluso ante estas circunstancias, Samsung se mantuvo como el mayor proveedor de teléfonos inteligentes de la región. Tal y como muestra este gráfico de Statista elaborado con datos de la empresa de investigación de mercados Counterpoint, el gigante tecnológico surcoreano acaparó el 44,3% de los envíos de smartphones en Latinoamérica.
Apostando por una mayor presencia en la región, la estadounidense Motorola ocupó el segundo lugar con una cuota de mercado del 17%, seguida de la china Xiaomi con cerca del 11%. Si bien Apple se ha convertido en el principal vendedor de smartphones a nivel mundial, su participación en el mercado latinoamericano y caribeño sigue siendo baja, con un 5,4%. Entre las razones que restringen su crecimiento en este mercado están el reducido número de tiendas y los elevados precios en comparación con sus competidores.