La cerveza es una de las bebidas fermentadas más antiguas de la humanidad. Refrescante, fácil de conseguir y relativamente económica, no es de extrañar que hoy en día sea la bebida alcohólica más popular a nivel mundial. Aun así, el precio a pagar por una cerveza fría puede variar bastante dependiendo de la ciudad y el establecimiento donde se adquiera.
Según la base de datos Numbeo, comprarse una "pola" en la capital de Colombia, Bogotá, ya sea en el supermercado o en un restaurante, puede costar menos de la mitad que en Montevideo, Uruguay. En Santiago de Chile, un restaurante puede cobrar en promedio unos 3,16 dólares por una cerveza de 0,5 litros/17 onzas, frente a 1,46 dólares en una tienda convencional.
En Quito (Ecuador) tomar un par de cervezas fuera de casa puede suponer tener que aumentar el presupuesto, ya que los precios representan el doble que en los supermercados. Por el contrario, en Santo Domingo (República Dominicana), San José (Costa Rica), Caracas (Venezuela) y Bogotá (Colombia) la diferencia entre una cerveza en un establecimiento gastronómico o en una tienda local es de apenas unos centavos.