La muerte de Isabel II marca el fin de una era en la política y la cultura popular británica. La monarca, fallecida en su Castillo de Balmoral a los 96 años, era hasta ayer la monarca en funciones más longeva del mundo. Su reinado, que se prolongó por 70 años y 214 días, es ahora el segundo más largo de la historia, sólo superado por el de Luis XIV, conocido como el "Rey Sol", quien condujo los destinos de Francia durante 72 años y 110 días entre 1638 y 1715.
Isabel se convirtió en reina tras la muerte de su padre, Jorge VI, el 6 de febrero de 1952. Hasta ayer, 8 de septiembre de 2022, su reinado se prolongó a lo largo del mandato de 15 primeros ministros diferentes, comenzando por Winston Churchill, quien ya se encontraba en funciones desde poco más de tres meses antes de la investidura de Isabel. Desde entonces, la reina dio la bienvenida al número 10 de Downing Street a otros 14 mandatarios, llegando incluso a designar a Liz Truss como primera ministra dos días antes de su muerte.