El 17 de noviembre se cumplió el tercer aniversario del primer caso de enfermedad atribuible a una infección por COVID-19. En estos tres años, el virus ha cambiado la política, la economía y la demografía de la mayor parte del mundo. En América Latina, uno de los efectos que la pandemia ha dejado detrás de sí es una marcada reducción de la esperanza de vida al nacer, según indica la edición 2022 del Observatorio Demográfico de la CEPAL. El estudio muestra que América Latina fue la región del mundo donde más se redujo la esperanza de vida al nacer desde la pandemia, al registrar una pérdida de 2,9 años entre 2019 (cuando llegaba a 75 años) y 2021 (72 años). Esto significa que, en 2021, la esperanza de vida de la región se redujo a niveles que no se veían desde inicios de este siglo. La pérdida no sólo se debe a la mortalidad por el coronavirus sino también a otras causas económicas y sociales surgidas de la pandemia.
La esperanza de vida al nacer de la región aumentó de forma sostenida de un promedio de 48 años en 1950 hasta los 75 años en 2019. Esta estrepitosa mejora fue el resultado de una fuerte disminución de las tasas de mortalidad, en particular, de la mortalidad en la niñez. Además, en este periodo la región experimentó un desarrollo socioeconómico que permitió mejoras en la nutrición, el acceso al agua potable, la salud, la infraestructura urbana y la tecnología. Aun así, después de la pandemia, las proyecciones indican que la esperanza de vida promedio no volverá a niveles prepandémicos hasta 2025.
Como muestra este gráfico de Statista en base a los datos de la CEPAL, desde 1950 se ha producido un verdadero salto generacional en la esperanza de vida. En 1950, Uruguay era el país latinoamericano con la mayor esperanza de vida al nacer, que llegaba a los 66 años. Ya en 2022, se estima que Puerto Rico tome la delantera en la región, con una expectativa de vida promedio de 80 años. Hacia inicios del próximo siglo, se proyecta que la población chilena experimente la mayor esperanza de vida de toda América Latina, con 92 años. Si lo comparamos con 1950, esto supondría un aumento de casi cuatro décadas en la expectativa de vida de los chilenos. Si bien los países se han ido alternando en este ranking, son ocho los que se mantienen dentro del top diez desde mediados del siglo pasado: Argentina, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Panamá, Puerto Rico y Uruguay.