Uno de cada cinco empleados ha sufrido al menos una modalidad de violencia o acoso durante su vida laboral, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo y Gallup. Más de tres de cada cinco víctimas de violencia y acoso en el trabajo aseguran haberlo sufrido varias veces y, para la mayoría, el incidente más reciente sucedió en los últimos cinco años.
En todo el mundo, el 8,5% (277 millones de personas) de los empleados han sufrido violencia física y acoso en su vida laboral, y la mayor parte de las víctimas son hombres. Con respecto a la violencia y acoso sexuales, las mujeres están especialmente expuestas. Las mujeres jóvenes tienen el doble de probabilidades que los hombres jóvenes de sufrir violencia sexual y acoso en el ámbito laboral. A nivel regional, América mostró la mayor prevalencia de la violencia psicológica y el acoso (29,3%), seguidas de África (20,2%).
El informe también revela que, en todo el mundo, sólo una de cada dos personas (54,4%) ha compartido con otra persona su experiencia de violencia y acoso en el trabajo, siendo las mujeres más propensas a contar lo sucedido. En la encuesta se preguntó a las víctimas qué canales de comunicación habían utilizado para compartir sus vivencias. Un gran porcentaje recurrió con más frecuencia a amigos o familiares (84,9%) y los compañeros de trabajo fueron el segundo canal más utilizado (un 70,4% acudió a ellos). Por el contrario, los empleados fueron mucho menos propensos a recurrir a instituciones como la Policía, líderes comunitarios o inspectores de trabajo (16,0%), sindicatos o representantes sindicales (14,8%) o servicios sociales u organizaciones sin ánimo de lucro (9,2%).
A los encuestados que no compartieron sus experiencias se les pidió que seleccionaran razones para no haberlo hecho. Más de la mitad (55%) creía que hablar de ello habría sido una "pérdida de tiempo". La segunda respuesta más común, dada por el 44,5%, fue "temer por la propia reputación". Sin embargo, muchos de los encuestados no compartieron sus vivencias porque "los procedimientos en el trabajo no eran claros" (43,1%) o por "falta de confianza en la Policía o los inspectores de trabajo" (42,5%). Además, a un 40,8% les preocupaba que la gente se enterara en el trabajo y muchos no sabían qué hacer (38,3%) o temían ser castigados (33,2%).