La cantidad de especies amenazadas va en aumento. Pese a que animales en peligro crítico de extinción como los orangutanes o los delfines jorobados están recibiendo bastante atención, el número de mamíferos amenazados no ha aumentado tan rápido como el de otras clases de animales.
El número de mamíferos amenazados aumentó un 22% entre 2007 y 2022. Durante el mismo periodo, el número de insectos amenazados aumentó un 276%, el de moluscos (una clase que incluye caracoles, babosas, mejillones, calamares y gusanos) un 145%, el de peces un 196% y el de reptiles incluso un 336%. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) define las especies amenazadas como aquellas catalogadas su Lista Roja como en peligro crítico, en peligro o vulnerables.
Si bien las causas de que insectos y peces estén en peligro de extinción son bien conocidas, se escribe menos sobre las amenazas que pesan sobre reptiles y moluscos. Según la UICN, muchas especies de reptiles se concentran en regiones de selva tropical y, por tanto, están amenazadas por la deforestación. Además, estas especies son especialmente sensibles a los cambios medioambientales, incluido el cambio climático. En cuanto a los moluscos, las especies amenazadas son principalmente las que viven en tierra y en agua dulce. Están amenazadas por la destrucción de su hábitat o están siendo expulsadas por especies invasoras, según el Instituto Americano de Ciencias Biológicas.
La UICN actualiza su Lista Roja varias veces al año. En la última versión, correspondiente a 2022, un total de 16.900 especies animales figuraban como amenazadas, más del doble que en 2007.