Hace 20 años, la industria mundial de la música grabada ganaba su dinero con soportes físicos, ya que Spotify y compañía aún no estaban a la vista. En cambio, en la actualidad, esta industria factura unas cuatro veces más con el streaming que con los CD, vinilos o casetes. Las plataformas de streaming son, por lo tanto, responsables en gran medida de que la industria vuelva a crecer, tal y como muestra nuestro gráfico basado en datos de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas en inglés).
Según la IFPI, en 2023, los servicios de música en streaming reportaron a la industria de la música grabada mundial unos ingresos de 19.300 millones de dólares estadounidenses, más que los CD, casetes y vinilos en los últimos 20 años. Entretanto, el año pasado la venta de música física reportó a la industria musical global unos ingresos de 5.100 millones de dólares.
Según la IFPI, las ventas de música grabada (incluye el formato streaming, físico, digital y también los derechos de sincronización e interpretación) crecieron en 2023 un 10,2% interanual, hasta un total de 28.600 millones de dólares. Dependiendo del contrato entre el servicio de streaming y la discográfica del artista, a veces más, a veces menos de este aumento de ingresos va a parar directamente a los autores y escritores. Las cifras exactas no están disponibles en las estadísticas oficiales. En su informe Loud & Clear, Spotify sólo menciona los 9.000 millones de dólares distribuidos, pero no explica cómo es el reparto en la práctica.