Las subvenciones mundiales al consumo de combustibles fósiles se duplicaron en 2022 respecto al año anterior, superando el billón de dólares, con mucho la cantidad anual más alta jamás registrada, según estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
El organismo energético internacional más grande del mundo estima que los subsidios al petróleo ascendieron el año pasado a 343.000 millones de dólares, lo que supone un aumento de alrededor del 85% respecto a 2021. También se gastaron subvenciones por valor de 399.000 millones de dólares en electricidad y 346.000 millones de dólares en gas natural, el doble y más del doble respectivamente en comparación con el año previo. Por su parte, los subsidios al carbón ascendieron a 9.000 millones de dólares, la cifra más alta desde que la IEA comenzó a registrarlas en 2010.
Ante la desestabilización de los mercados energéticos por la guerra en Ucrania y unos precios de los combustibles fósiles "extraordinariamente altos y volátiles" en 2022, administraciones de todas las latitudes aprobaron ayudas extraordinarias al consumo de energía para la ciudadanía y empresas a pesar de sus compromisos en materia climática.
La IEA destaca que estos desembolsos récord contrastan con el Pacto Climático de Glasgow de la COP26, que instó a los países a eliminar gradualmente los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles, un paso fundamental para impulsar la transición exitosa hacia la energía limpia. El organismo también señala que es mucho mejor para los gobiernos gastar tiempo y dinero en cambios estructurales que reduzcan la demanda de combustibles fósiles, en lugar de implementar ayudas de emergencia cuando los precios de los combustibles suben.