El siguiente gráfico ofrece una visión general del estado de los derechos de los trabajadores en todo el mundo, utilizando datos recopilados por la Confederación Sindical Internacional (CSI). Según su análisis, Bangladesh se encuentra entre los diez peores países del mundo en materia de derechos de los trabajadores, junto con Bielorrusia, Ecuador, Egipto, Eswatini, Filipinas, Guatemala, Myanmar (Birmania), Túnez y Turquía.
La organización clasificó 149 países en función del grado de respeto hacia los derechos de los trabajadores, esto es, el derecho a la libertad de asociación, el derecho a la negociación colectiva y el derecho de huelga, entre otros, en una escala del 1 (violaciones esporádicas de los derechos) al 5+ (derechos no garantizados debido a la ruptura del Estado de derecho).
El año pasado, Oriente Medio y el Norte de África recibieron la peor puntuación de las regiones en el Índice Global de Derechos, con una media de 4,53 puntos. Le siguieron Asia-Pacífico con 4,18, África con 3,84, América con 3,52 y Europa con 2,56.
Como muestra esta infografía, sólo unos pocos países recibieron la marca verde de aprobación, todos ellos en Europa. El resto del mundo muestra un panorama menos esperanzador: en 2023, el 87% de los países vulneró el derecho de huelga de sus trabajadores, frente al 63% de 2014. Según el informe, el año pasado fueron asesinados líderes sindicales y trabajadores en ocho países, seis de ellos de América Latina: Colombia, Brasil, Ecuador, Guatemala, El Salvador y Perú. Además, los trabajadores padecieron violencia en 44 países.
La CSI envía cuestionarios a sindicatos nacionales de todo el mundo para que informen sobre las violaciones de los derechos de los trabajadores. Estas se registran cada año de abril a marzo y se verifican las legislaciones nacionales para identificar las secciones que no protegen adecuadamente los derechos laborales colectivos reconocidos internacionalmente. A continuación, se analiza cada país en relación con 97 indicadores derivados de los convenios y la jurisprudencia de la OIT para crear un índice que refleje las violaciones de los derechos de los trabajadores en la ley y en la práctica.