Después de tres temporadas de festivales muy sobrios o prácticamente inexistentes debido a la pandemia de coronavirus, 2023 se perfila como la esperada vuelta a la normalidad, ya que los amantes de la música están disfrutando más despreocupadamente de los espectáculos musicales en vivo.
Según las estimaciones de Statista Market Insights, se espera que todo el sector de la música en vivo, incluidos festivales y conciertos, así como también musicales y óperas, vuelva este año a su trayectoria de crecimiento prepandémico. Statista prevé, además, que la venta de entradas en línea para eventos relacionados con la música alcance los 33.800 millones de dólares este año.
Las estimaciones de Statista se basan en el valor bruto de la mercancía, y éstas representan lo que los consumidores pagan realmente por las entradas en un año determinado, independientemente de cómo se distribuya ese dinero entre organizadores, artistas y plataformas de venta de entradas online. Tras el auge de las plataformas de streaming de música y las críticas por parte de los artistas en cuanto a la distribución del dinero, actualmente la parte más importante de los ingresos de un artista provienen de los espectáculos en directo, además de las licencias y el merchandising.