En el mundo globalizado en el que vivimos, podemos comprar productos de prácticamente cualquier parte del mundo sin estar limitados a tener que adquirir sólo aquellos producidos en nuestra propia región. Sin embargo, consumir productos locales y regionales contribuye a mantener y desarrollar la economía de nuestra zona geográfica y a preservar el medio ambiente, entre otros factores beneficiosos.
Cuando se trata de comprar alimentos, elegir productos regionales es uno de los criterios más importantes para casi la mitad de los consumidores austríacos, según revelan los datos de la macroencuesta Statista Consumer Insights. Sus vecinos alemanes (38%) también prestan bastante atención a este tema, mientras que cerca de tres de cada diez entrevistados en España aseguran que los productos regionales son uno de los aspectos más importantes al comprar comida.
Menos importancia conceden a los productos de los agricultores, ganaderos o pescadores locales, por ejemplo, los residentes en el Reino Unido y Estados Unidos. Aquí, sólo alrededor del 13% y el 10% de los encuestados, respectivamente, afirman comprar productos porque se producen regionalmente.
En América Latina los porcentajes varían ligeramente, con un 22% de brasileños que priorizan el consumo de alimentos regionales, un 20% de mexicanos, un 16% de argentinos y un 13% de chilenos.