Cuando Nike celebró su 50 aniversario el año pasado, la compañía compartió una carta de su fundador Phil Knight en sus redes sociales. En la carta, Knight hace referencia a un momento decisivo en la historia de su empresa. El 1 de mayo de 1972, Onitsuka Co., el fabricante de calzado japonés cuyos zapatos había estado distribuyendo Nike (entonces llamada Blue Ribbon Sports) en el mercado estadounidense, rescindió su contrato con la empresa de Knight. "Lo que podría haber sido un mazazo, fue una patada en el trasero que nos hizo avanzar", explica Knight.
La ruptura con Onitsuka obligó a Knight, que ya había estado buscando proveedores alternativos a medida que la relación con Onitsuka se deterioraba, a redoblar sus esfuerzos para fabricar su propia línea de zapatos. Y, pese a que los primeros zapatos que llevaban el “Swoosh”, el ahora icónico logotipo de la compañía, fueron un fracaso, nació la marca Nike. "Teníamos un sueño, nuestro amor por el deporte, mucha ambición, un baúl lleno de zapatillas de correr y un gran Swoosh en todas ellas", relata Knight en la carta.
En 1972, Blue Ribbon Sports no disponía de liquidez, con unas ventas anuales de 1,3 millones de dólares, según las memorias de Knight, tituladas "Shoe Dog" (“Nunca pares”, en su traducción al español). Más de 50 años después, Nike es la mayor empresa de ropa deportiva del mundo, con una capitalización bursátil de 165.000 millones de dólares. En su último año fiscal, que finalizó el 31 de mayo de 2023, la empresa superó por primera vez los 50.000 millones de dólares en ingresos anuales. En otras palabras, ahora Nike tarda aproximadamente 13 minutos en igualar lo que vendía en un año en 1972. Como muestra el siguiente gráfico, la historia de crecimiento de Nike tuvo muy pocos contratiempos en el camino, con ventas que nunca disminuyeron durante más de un año seguido.