El próximo sábado 22 de junio, se conmemora el Día Mundial de la Selva Tropical, organizado cada año con la misión de celebrar la importancia de las selvas tropicales para el clima, la biodiversidad, la cultura y la vida de las personas que ahí habitan. Otra misión de este día es la de empezar un movimiento para proteger y restaurar dichos hábitats.
Las selvas tropicales son un oasis de recursos y vida para nuestro planeta. A pesar de que sólo cubren alrededor de un 6% de la superficie terrestre, estas selvas son el hogar del 50% de toda la biodiversidad terrestre. Además, las selvas tropicales juegan un papel crítico en la regulación del clima y el secuestro de carbono, y al mismo tiempo funcionan como repositorios de conocimiento ancestral, tradiciones y diversidad cultural.
Desafortunadamente, estos biomas se encuentran en gran riesgo. De acuerdo con datos del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), los bosques tropicales, de los cuales las selvas forman parte, han perdido una gran superficie en los últimos años. En 2023, cerca de 12,1 millones de hectáreas de cubierta arbórea en bosques tropicales fue perdida, un incremento del 80,6% comparado con 2001. Los bosques tropicales son los que más área han perdido este siglo, con 49% de la pérdida total, en comparación con otros tipos de ecosistemas boscosos, como el boreal o el templado.
En general, la pérdida arbórea de bosques alrededor del mundo ha ido en aumento y 2023 fue el año con el tercer mayor daño desde 2001, con casi 28,2 millones de hectáreas eliminadas. Cabe destacar que dicha pérdida engloba tanto causas naturales como antropogénicas, siendo las actividades forestales y agrícolas, junto con los incendios forestales, las causas dominantes de la pérdida de tan valioso ecosistema.