Un futuro incierto para los periodistas del papel
La libertad de prensa se enfrente a diferentes amenazas que hacen que la labor informativa de los periodistas esté más o menos limitada según en el territorio. Las formas más conocidas tal vez son la presión directa ejercida contra los profesionales de la información para condicionar sus productos informativos, ya sea proveniente de la Administración, de grupos económicos o de organizaciones criminales.
Según informa Reporteros Sin Fronteras, la lucha antiterrorista es una limitación al ejercicio del periodismo ahora en alza en los países occidentales, pero hay otro condicionante que lleva a los profesionales de la información por el camino de la amargura desde bastante antes: la falta de recursos económicos de los medios. Sin dinero no hay redacciones, y sin periodistas no hay libertad de prensa.
En este gráfico se puede ver cómo los diferentes medios de comunicación españoles, cuyos ingresos publicitarios dependen de sus audiencias, han evolucionado de forma muy dispar. Mientras Internet ha experimentado un crecimiento meteórico, la TV y la radio (que no está en el gráfico), han mantenido su nivel de audiencia; esta última de 55,3% en 1998 a 60,4% en 2016. El mercado del papel (revistas y diarios) muestra la peor audiencia y peor evolución.