China es líder mundial en trenes de alta velocidad. Mientras que los trenes regulares de larga distancia del país alcanzan velocidades máximas de 350 km/h, el tren más rápido del mundo es actualmente el Maglev de Shanghái, que puede circular a una velocidad operativa de 460 km/h en distancias cortas. Se basa en la tecnología de levitación magnética (Transrapid) fabricada en Alemania, que fue rechazada en su país de origen por su elevado precio. Alemania se ha puesto ahora a la altura de los trenes de alta velocidad regulares chinos con su último Intercity Express 3.
A 320 km/h, tanto el ICE 3 como los trenes Harmony y Fuxing de China Rail superan al TGV francés y al Shinkansen japonés. El menos conocido tren de alta velocidad Al Boraq de Marruecos, que circula entre Tánger y Kentira, en la costa norte del país, es igual de rápido. Según Railway Technology, el tren más rápido de España, el AVE 103 de Renfe, le sigue de cerca con una velocidad máxima de 310 km/h.