Suicidio en América Latina y el Caribe - Datos estadísticos
A nivel global, las cifras muestran que el número de suicidios ha disminuido, pero en el continente americano se ha observado una tendencia inversa y, especialmente, en América Latina. No en vano, Guyana, Surinam y Uruguay lideran el ranking de mortalidad de la región. Cabe destacar que, independiente del territorio, son los hombres quienes más atentan contra su vida. Por ejemplo, en Guyana la tasa de muerte entre la población masculina cuadruplica la femenina. En este escenario, es crucial que los Estados promuevan la salud mental para la prevención del suicidio, especialmente en los grupos más propensos a padecer algún trastorno, como es el caso de los adultos mayores y los adolescentes.
Grupos de riego
En todos los países de la región, el rango de edad que registra mayor índice de suicidios es el compuesto por los individuos mayores de 80 años. Nuevamente Surinam y Guayana ocupan las primeras posiciones del listado, con cerca de 130 muertes por cada 100.000 habitantes. Ello se debe, entre otras razones, a la falta de independencia producto de dificultades en la movilidad, dolores crónicos y otros problemas mentales y físicos. Además, los ancianos están más expuestos a la pérdida de seres queridos, lo que provoca un recurrente sentimiento de soledad.Por otro lado, los adolescentes constituyen otro grupo de riesgo al atravesar un período de cambios tanto corporales como de pensamiento. Durante este proceso, el estrés, la ansiedad y el abuso de alcohol y drogas pueden ser señales de advertencia de un comportamiento suicida. Según las cifras más recientes, los adolescentes entre 15 y 19 años son quienes más se quitan la vida, siendo los hombres los más propensos. Según datos de la Unicef, los trastornos mentales en los jóvenes generan una pérdida anual de 30.600 millones estadounidenses. Esta cifra representa el valor del capital humano perdido que ellos aportarían a las economías si no se vieran frustrados por los trastornos de salud mental.
Suicidio en Uruguay y Chile
Los suicidios supusieron el 20,3% de las muertes por causas externas en Uruguay en 2020. Los más tendentes a autoinfligirse lesiones fueron las personas mayores de 80 años, con una tasa del 41,3%, seguidas de aquellas de entre 75 y 79 años. Entre 2010 y 2020, el suicidio masculino ha mostrado un constante aumento, registrando su cuota más alta en 2020, con un 33,9%.En el caso de Chile, al igual que en Uruguay, el segmento demográfico con la mayor susceptibilidad al suicidio es el de los adultos con más de 80 años, con una prevalencia del 14%. Además, existe una brecha significativa de género, pues los hombres se suicidan cuatro veces más en comparación con las mujeres, independientemente de la edad. Por ello, no sorprende que la salud mental ha emergido como la principal inquietud sanitaria de los chilenos, posicionándose como el segundo país en el mundo con el porcentaje más alto de población preocupada por los trastornos mentales.